5- Establecer un punto de partida.
"Uno es tan fuerte como su eslabon mas débil". El hecho de poder detectar cuales son mis puntos mas debiles, cuales son mis limitaciones al movimiento, mis mas grandes asimetrias, permite enfocar el entrenamiento en mis debilidades.
La tendencia es a trabajar una y otra vez en las fortalezas, en aquello preferido, lo que ya domino, pero si haciendo esto, evito trabajar sobre mis falencias muchas veces no detectadas, entonces estaré limitando mi horizonte de desarrollo, quizas sin saberlo siquiera.
Las leyes del crecimiento y desarrollo me permiten establecer una jerarquia a la hora de decidir una vez detectadas las disfunciones, por donde empezar.
Movimientos funcionales y complejos, como ser la sentadilla y la la estocada como ejemplo, pasaran temporariamente a un segundo plano si es que sus componentes mas primitivos (movilidad de hombro, estabilidad rotacional, etc) presentan debilidad. Estos patrones fundamentales que uno adquiere previamente en su desarrollo son la llave para poder generar las condiciones previas para la adquisición de tareas mas complejas. Elevando mis puntos debiles mas primitivos, lograré una mejora del todo a consecuencia.
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